Roma se transforma en escenario de unidad global tras la muerte del Papa Francisco
Presidentes, monarcas y figuras internacionales despidieron al Papa Francisco en una ceremonia sin precedentes en la Plaza San Pedro. Desde Milei hasta Trump, pasando por Biden, Macron y Zelenski, Roma fue testigo de una cumbre mundial más allá de las diferencias políticas.
El mundo se reúne en Roma para despedir a Francisco: unidad más allá de las ideologías
Roma amaneció este sábado como el centro de la atención global, convertida en un escenario de unidad insólita: el funeral del Papa Francisco congregó a más de 150 delegaciones oficiales en la histórica Plaza de San Pedro. Líderes de todos los continentes dejaron de lado sus diferencias ideológicas para rendir homenaje al Pontífice argentino, quien falleció el lunes pasado a los 88 años.
Entre los primeros en arribar estuvo el presidente argentino, Javier Milei, quien viajó acompañado de una nutrida comitiva que incluyó a su hermana y secretaria general, Karina Milei; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el vocero presidencial, Manuel Adorni; el canciller Gerardo Werthein; y las ministras Patricia Bullrich y Sandra Pettovello. El grupo fue recibido por el secretario de Culto y Civilización, Nahuel Sotelo. El propio Milei ocupó un lugar de privilegio junto a Sergio Mattarella, presidente de Italia, y la primera ministra Giorgia Meloni, en un gesto que reflejó los lazos entre el país natal del Papa y su tierra de adopción espiritual.
Desde América Latina también asistieron el presidente brasileño Lula da Silva —quien decretó siete días de luto nacional en su país—, junto a su esposa Rosângela “Janja” da Silva y la expresidenta Dilma Rousseff. También viajaron los mandatarios Daniel Noboa de Ecuador y Xiomara Castro de Honduras, destacando la fuerte representación regional en el homenaje.
Por parte de Estados Unidos, el expresidente Donald Trump, en medio de su dura disputa comercial con la administración actual, llegó junto a su esposa Melania. Su presencia contrastó con la del expresidente Joe Biden, cercano a Francisco en vida, quien arribó junto a la primera dama Jill Biden. La breve reunión entre Trump y Zelensky, presidente de Ucrania, en los márgenes de la ceremonia, dejó una imagen de fuerte impacto político.
Europa estuvo representada de manera masiva. Emmanuel Macron de Francia, Frank-Walter Steinmeier y Olaf Scholz de Alemania, Marcelo Rebelo de Sousa de Portugal, Ursula von der Leyen y Antonio Costa de la Unión Europea, entre otros, ofrecieron su tributo al Pontífice. Zelensky, además, protagonizó encuentros clave con varios líderes europeos en un intento de reforzar el apoyo a Ucrania en medio del prolongado conflicto con Rusia.
Las casas reales también dijeron presente. Alberto II y Charlène de Mónaco, Felipe y Matilde de Bélgica, y el príncipe Guillermo del Reino Unido junto al primer ministro Keir Starmer, fueron algunos de los representantes que sumaron solemnidad al evento. Desde Asia y África se destacaron las figuras de Ferdinand Marcos de Filipinas y de José Maria Neves de Cabo Verde, respectivamente.
El secretario general de la ONU, António Guterres, acompañó a las delegaciones en la despedida, resaltando el papel del Papa como líder global en temas de paz y derechos humanos.
La misa solemne en San Pedro, celebrada bajo un cielo plomizo y ante miles de fieles, fue el último acto público antes de que los restos de Francisco fueran trasladados a la Basílica de Santa María la Mayor. Cumpliendo con su deseo, el Papa será sepultado en tierra, en una tumba sencilla sin monumentos ni ornamentos, identificada apenas con una inscripción en latín: Franciscus.
La jornada dejó una postal de una humanidad reunida, donde diferencias políticas, religiosas y culturales quedaron suspendidas en nombre de un legado que trascendió fronteras.